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LOS PIRATAS
DEL CARIBE

TRAFICABAN EN MAERSK

Oficiales de inteligencia militar y policías, en red con el principal de Daniel “El Loco” Barrera, enviaron 19 toneladas de cocaína hacia Centroamérica, EE.UU. y Europa; corrompieron a inspectores del puerto de Santa Marta para embarcar el 70 % de la droga en la naviera danesa.

Un hombre con brazalete electrónico del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y un mayor de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) esperaban al comandante de la Policía del terminal portuario de Santa Marta. Era 24 de junio de 2017. Se habían citado a las seis de la tarde en el Hotel Tequendama de esa ciudad.

Sin celulares para evitar el registro del encuentro, Antonio Aldemar Ávila Acevedo, alias Tony, requisó al comandante del terminal portuario. Le propuso que les dejara pasar la droga y a cambio, “le harían llegar su detallito (...) 400 millones una vez el contenedor (con cocaína) saliera del puerto y otros 400 una vez llegara a destino”.

Esa tarde, junto al mayor de la FAC, Fabián Andrés Leyton Vargas, Tony le contó que ya había introducido en el puerto tres cargamentos: uno oculto en bolsas de polipropileno (plástico para hacer envases), con destino a Guatemala; otro en láminas de drywall (material para construcción), que iban para Algeciras, España; y un último en canecas de aceite de palma rumbo a Veracruz, México. En total, camuflaron casi tres toneladas, según documentos de la Fiscalía.

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camara Recuento de las nueve incautaciones de cocaína vinculadas al caso Perla Negra. Crédito: Cuestión Pública con base en información de la Fiscalía colombiana.

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camara Recuento de las nueve incautaciones de cocaína vinculadas al caso Perla Negra. Crédito: Cuestión Pública con base en información de la Fiscalía colombiana.

En los meses siguientes, los cargamentos fueron cayendo uno tras otro. El único que logró salir del país lo hizo a través del buque Maersk Willemstadt. Se supo porque el agente encubierto, presente en la reunión del Tequendama, filtraba a las autoridades los datos de los contenedores y las sustancias en las que se escondía la droga.

El caso fue identificado por las autoridades como Perla Negra. La investigación de la Fiscalía estableció que esta estructura traficó 19 toneladas entre junio de 2017 y diciembre de 2018. A precios de hoy, la droga incautada tendría un costo cercano a los 455 millones de dólares, más de 1,7 billones de pesos.

Cuestión Pública y OCCRP elaboraron una base de datos única de estas incautaciones y pudieron establecer que Maersk fue la preferida en el caso Perla Negra para transportar la droga, ya que 7,5 de cada 10 kilos del alcaloide viajaron a bordo de la emblemática naviera de Dinamarca que en 2023 movió casi 12 millones de contenedores en todo el mundo.

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TONY CORLEONE ÁVILA

Alias Tony no era un novato en el tráfico de drogas. Había sido el principal colaborador del convicto narcotraficante Daniel “El loco” Barrera, a quien llamaban el Pablo Escobar Moderno. Capturado en 2012, Barrera había construido una vasta estructura de colaboradores que incluía paramilitares y guerrilleros para exportar cocaína hacia Estados Unidos y Europa.

El brazalete electrónico que portaba Antonio Ávila en la reunión en el Tequendama era un recordatorio de ese pasado.

Para entonces, no había terminado de pagar la condena por narcotráfico que le había impuesto un juez en 2009, y que cumplía desde su casa aduciendo problemas cardíacos, según documentó El Tiempo. Aunque aceptó cargos por intentar enviar casi 10 toneladas de cocaína camuflada en plastilina por el puerto de Barranquilla, la justicia le dio la posibilidad de trabajar manejando un camión.

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camara Antonio Ávila, alias Tony, era el jefe de la estructura criminal que envió cerca de 15 toneladas de cocaína a través de buques de Maersk al exterior. Ilustración: César Nieves.

Para 2008, año en que Tony fue capturado, un informante de las autoridades señalaba a El Loco como el todopoderoso de la mafia colombiana. Sus socios iban desde Daniel Rendón, alias “Don Mario”, exjefe del Clan del Golfo, hasta Diego Pérez, alias “Diego Rastrojo”, líder del grupo narcoparamilitar Los Rastrojos. Con ellos planeó el asesinato de Wilber Varela, capo del Cartel del Norte del Valle, en Venezuela, según registró Insight Crime.

La capacidad de corrupción de Daniel Barrera, según fuentes que citó El Tiempo, abarcó a altos oficiales de inteligencia del Ejército y la Policía, que le facilitaban el envío de drogas por las rutas que iba abriendo desde el oriente al norte del país.

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camara El exviceministro de Defensa, José Javier Pérez Mejía y su entonces asesor, el mayor Fabián Andres Leyton Vargas, uno de los líderes de la banda criminal del caso Perla Negra. Ilustraciones: César Nieves.

Tony utilizó las mismas estrategias. Para 2017 su red incluía, además del mayor Fabián Leyton, alias “El Flaco”, entonces asesor del viceministro de Defensa José Javier Pérez Mejía; a Fabián Humberto Tovar Caicedo, sargento del Ejército experto en inteligencia; Jose María Fragoso D’Acunti, exoficial de la Policía encargado de los sobornos en el puerto de Cartagena; Javier Antonio Pertuz Llanos, socio del anterior; y José Mauricio Castañeda Garzón, un criminal reincidente con el alias de ‘El Primo’.

Una vez armada su nueva estructura, lo que seguía era buscar funcionarios dentro del puerto de Santa Marta que dejaran pasar la droga. Según el escrito de acusación del caso al que accedió Cuestión Pública, Ávila coordinó el soborno de seis integrantes de la Policía de dicho puerto, sumado a un sargento viceprimero de apellido Trujillo, quien era jefe de plataforma ahí.

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CORROMPE
Y ENVIARÁS

En el caso Perla Negra, los mafiosos sobornaron a los policías involucrados con 764 mil dólares, es decir, más de 3 mil millones de pesos colombianos, con el propósito de garantizar la salida de la cocaína por Santa Marta y Cartagena sin que la carga fuera revisada por las autoridades competentes. Así lo corroboraron documentos judiciales de Estados Unidos y Colombia.

Entre ellos estaba el sargento Luis Fernando Ramírez Algarra, alias “El Tigre”, que trabajaba en la compañía antinarcóticos y otros cinco uniformados más: Jesús Armando Bermeo Medina, Óscar Javier González Romero, Jhon Jairo Suárez Rueda, Ramiro Torres Vargas y Jairo Rodríguez Lozano, que trabajaban como inspectores de control portuario.

Una vez eran notificados de que la mercancía venía con narcóticos, los guías caninos distraían con juguetes a los perros antidrogas cuando pasaban cerca a los contenedores contaminados y alteraban su entrenamiento para que no dieran señales de alerta en caso de identificar estupefacientes, según documentó RTVC.

En el caso de los policías, el agente encubierto era quien realizaba los sorteos de balotas para determinar quiénes debían hacer las revisiones de los contenedores. Su función era asegurarse de adulterar el proceso cuando por azar no salía elegido uno de los uniformados al servicio de la organización, de acuerdo con documentos de la Fiscalía.

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camara Jesús Armando Bermeo Medina, Óscar Javier González Romero, Luis Fernando Ramírez Algurra, Jhon Jairo Suárez Rueda, Ramiro Torres Vargas y Jairo Rodríguez Lozano, acusados de tráfico de drogas y concierto para delinquir por su participación en el caso Perla Negra. Ilustraciones: César Nieves.

Otra de las estrategias de la organización de Tony consistía en marcar las bolsas o canecas donde estaba oculto el estupefaciente para que los policías pudieran identificarlas fácilmente y no las inspeccionaran.

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LOS VIAJES DE COCA
DEL PERLA NEGRA

El 27 de julio de 2017 en el Puerto de Santa Marta fueron incautados 1.771 kilogramos de cocaína camuflada en un cargamento de polipropileno (material plástico para fabricar envases) de la exportadora colombiana Prospectar Internacional S.A.S. Caído ese envío con destino a Centroamérica, las esperanzas de Tony estaban puestas en el de Algeciras.

Ronald Murgas Payares, el propietario de Prospectar, fue capturado por su presunta participación en una red de narcotráfico en el puerto de Barranquilla, a finales de junio de 2023. De esta estructura también hacía parte el comerciante Miguel Enrique Vieco Ebratt, según registró El Heraldo.

Entre la red de Murgas y los narcos del caso Perla Negra hay una coincidencia adicional: su preferencia por Maersk Line a la hora de traficar. Cuestión Pública encontró que dos años antes de las capturas, a Mar & Air Carga, empresa de Miguel Enrique Vieco, le fueron confiscados 206 kilos de cocaína camuflados en estructuras de hierro que iban en el buque Maersk Wilmington con destino a Panamá, según documentos de la Fiscalía.

MAERSK Y CMA-CGM: LAS NAVIERAS FAVORITAS DE LA MAFIA COLOMBIANA

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En otro de los envíos, la estructura de Tony había despachado poco más de una tonelada de cocaína camuflada en láminas de drywall de la empresa Caribe Exporta hacia el puerto de Algeciras, España. Con la información del agente encubierto colombiano, la DEA y las autoridades alemanas y españolas lograron seguir la ruta de la droga que era transportada en uno de los buques de la naviera danesa.

Ocurrió en el navío Maersk Willemstadt, que zarpó desde Santa Marta hacia el puerto alemán Bremerhaven el 22 de agosto de 2017 con 1.109 kilos de cocaína. Allí, los agentes europeos extrajeron parte de la droga y dejaron seguir el resto como señuelo en otro buque de la misma naviera: el Maersk Lima, según documentos del Juzgado de Instrucción N.º 4 de Málaga, España.

La droga, avaluada en 38 millones de euros, para la época equivalentes a 132 mil millones de pesos colombianos, continuó rumbo a Algeciras. Por estos hechos, José González Roldán, el administrador de la empresa importadora Displasur Soluciones SL, fue condenado a seis años de prisión y obligado a disolver la compañía.

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camara Buque Maersk Lima. Ilustración: Cuestión Pública.

Caribe Exporta, empresa en cuyos productos se camufló la droga, fue constituida con 35 millones de pesos el 30 de abril de ese mismo año, es decir, tres meses antes de la exportación. Se dedicaba a la consultoría de gestión y solo tuvo un único accionista y fundador: Taylor Eduardo Ortega Grisales.

La de Algeciras fue su primera operación internacional y solo registró una más a México en noviembre de 2017, antes de desaparecer del negocio, según los registros de Panjiva, la base de datos de comercio mundial. Para 2023, notificó su disolución ante la Cámara de Comercio de Santa Marta.

Hubo seis envíos más antes de que la red fuera desarticulada en 2018. Ocultaron la droga en cargamentos de bananos, limones y maletas deportivas, con rumbo al puerto de Amberes, Bélgica; entre arrumes de piñas que fueron descubiertos en Georgia, Estados Unidos, e incluso en cajas de madera que contenían papel que fue decomisado en el puerto de Santa Marta.

La organización criminal traficó el 68 % de la droga enviada a Europa a través de una misma exportadora: Productos de Los Andes S.A.S. En junio de 2017, Antonio Ávila Acevedo le indicó al agente encubierto que esa sería una de las empresas encargadas de llevar cargamentos de cocaína hacia el exterior, pues ya tenía “récord”, según señala el escrito de acusación de la Fiscalía.

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camara Sede de Productos de Los Andes registrada ante la Cámara de Comercio de Sincelejo. La Oficina está en el segundo piso. Crédito: tomado de Google Maps.

Solo en el puerto de Amberes, el segundo más importante del viejo continente y el favorito de los narcotraficantes de América Latina, en envíos de esta empresa se encontraron 13 toneladas de narcóticos. Todos involucraron contenedores y buques de Maersk.

Miguel Iván Galvis, gerente de Productos de los Andes, le aseguró a esta alianza que la exportadora nunca ha estado vinculada a procesos penales y desde 2022 está inactiva. Dijo que no tenían la facultad de escoger las navieras, pues el encargado era el agente de carga “que en ese momento era la empresa M&G International World (...)”.

“Desde 2012 la empresa no compra, vende, ni transporta hasta el puerto ningún producto. Las facturas se hacen a nombre de terceros, quienes son realmente los responsables de las mercancías exportadas. En el caso particular de las incautaciones, sucedieron entre 2016 y 2017 y fueron casos aislados en un récord de exportaciones de casi 18 años”, agregó Galvis.

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SI TE VI,
NO TE CONOZCO

Según el expediente judicial de la Fiscalía, al menos cinco empresas exportadoras estuvieron implicadas en los envíos de droga de la organización de Tony: Caribe Exporta S.A.S., Prospectar International S.A.S., C.I. Carbones & Fruits del Caribe S.A.S., Productos de Los Andes S.A.S. y Frutban S.A.S. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, las tres primeras fueron mencionadas explícitamente por la banda criminal en los envíos de droga.

Cuestión Pública consultó a dichas empresas si sus representantes habían estado vinculados a procesos judiciales relacionados con el tráfico de drogas. Solo respondió Producto de Los Andes y señaló que no. En el expediente del caso de la Fiscalía al que tuvo acceso esta alianza, no se encontraron indagaciones ni a sus propietarios y empleados, así como a las agencias intermediarias.

Solo hasta noviembre de 2021, el ente de control imputó a Jesús Armando Bermeo Medina, Óscar Javier González Romero, Luis Fernando Ramírez y Jhon Jairo Suárez Rueda, los policías que presuntamente dejaron pasar los cargamentos en el puerto de Santa Marta por tráfico y concierto para delinquir. Los uniformados aceptaron parcialmente los cargos y el juez ordenó su detención domiciliaria. Siete meses después, los uniformados Ramiro Torres Vargas y Jairo Rodríguez Lozano, fueron imputados por estos hechos.

En abril de 2023, el capo Antonio Ávila Acevedo, alias Tony; el oficial de la Fuerza Aérea Fabián Leyton Vargas, y el sargento de la Policía José María Fragoso D’Acunti fueron sentenciados a 12 años de prisión en Estados Unidos, mientras que a José Mauricio Castañeda Garzón, alias Primo, lo condenaron a siete años y cuatro meses de cárcel. En ninguno de los documentos judiciales norteamericanos se relacionan la empresa que transportó la droga ni los números y siglas de los contenedores.

La gran ausente en los expedientes judiciales colombianos también fue Maersk, a quien solo se mencionaba cuando la droga era transportada en sus buques. Si la naviera danesa tuvo o no responsabilidad en el transporte de las 19 toneladas de cocaína que traficó esta organización, tampoco lo analizó la Fiscalía colombiana en su investigación, pese a que esta transportó la mayor parte de la droga.

“En Santa Marta se encuentran los superfixers quienes son los dueños de las múltiples rutas que utilizan las organizaciones para enviar la droga”

Consultada por esta alianza, la multinacional danesa señaló que el gran número de decomisos en sus contenedores y embarcaciones suele ser el resultado de una buena y proactiva colaboración entre las autoridades y el sector.

La alta corrupción al interior de los puertos, señala Alejandro Matallana, exsargento de la Armada Nacional de Colombia, quien hizo parte de la Dirección Antinarcóticos (DICOD) de la Armada Nacional, sigue siendo uno de los grandes desafíos en la lucha antridrogas en el mar.

“En Santa Marta se encuentran los superfixers quienes son los dueños de las múltiples rutas que utilizan las organizaciones transnacionales para enviar la droga: ellos tienen los contactos allí y en los buques. La droga que pasa por los puertos no es en kilos, sino en toneladas, se mueve mucho dinero en esas operaciones, y para nadie es un secreto que los funcionarios del Estado son muy mal pagados y ahí es donde empiezan a infiltrarse (...) y la autoridad que debería estar vigilando ahí está muy comprometida (con el crimen organizado)", explicó.

Bernardo Gómez Del Campo, un exinvestigador policial mexicano, y conocedor del crimen organizado en Latinoamérica, se inclina por fallas en el tema de seguridad:

“[Maersk] debería tener una estructura muy sólida de seguridad corporativa, una unidad de inteligencia preventiva de negocio para ubicar al interior de la compañía grupos antagónicos (corrupción) y neutralizarlos mediante tecnología, personal, investigaciones internas (…) tiene los recursos para hacerlo, debería estar en capacidad de detenerlos”.

La multinacional danesa asegura que está explorando nuevas medidas de seguridad como poner dispositivos de seguimiento de sus contenedores. También afirma que la corrupción es uno de sus grandes desafíos y en 2021 anunció su nueva política de “no más negocios”, en el que habilitó un buscador en su página para identificar las empresas “o entidades que no han cumplido con los términos y condiciones financieros del acuerdo” para trabajar con Maersk.

No obstante, Cuestión Pública identificó que entre 2016 y 2023 la transportadora danesa llevó 44 exportaciones de Productos de Los Andes, la empresa con “record” que mencionó alias Tony, y otras tres compañías colombianas a las que les habían confiscado estupefacientes en el pasado.

No es claro si la política de “No más negocios” de Maersk se refiere únicamente a incumplimientos dentro del contrato o trasciende a empresas vinculadas al tráfico de cocaína, o en cuya mercancía recurrentemente cae droga.

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Investigación de Cuestión Pública en alianza con OCCRP
y Berlingske.

Lee aquí la versión en inglés de esta publicación realizada por OCCRP
(Organized Crime and Corruption Reporting Project).

ASÍ SE TRAFICABA DROGA DESDE LA BASE DE ANTINARCÓTICOS DE BUENAVENTURA

Desde el pacífico colombiano, una organización criminal coordinó con uniformados la salida de cuatro toneladas y media de cocaína, que fueron transportadas en buques o contenedores de la naviera francesa CMA-CGM, entre 2019 y 2020.

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